TEMPLO VOTIVO PARA La VIRGEN DEL VALLE
Concurso.
Isla de Margarita, Venezuela. 2014.
Un jardín para la virgen.
Esta propuesta para el Templo Votivo para la Virgen del Valle, propone la creación de un lugar de veneración más que un objeto en el espacio que pueda competir con la iglesia actual, ícono en la memoria colectiva del venezolano. Este lugar, concebido como un parque para la celebración del aniversario de la Virgen, responde a una serie de principios de diseño:
El altar de adoración como foco espiritual del lugar.
El elemento protagónico del lugar es el altar de adoración con la imagen de la Virgen del Valle, coronado por una atmósfera de rayos luminosos y cantos que surgen del coro, lo cual genera el carácter místico y resplandeciente del lugar de veneración, tanto de día como de noche. Este altar ocupa un sitio privilegiado en el terreno ya que es el foco visual tanto del Templo Votivo como de la Plazoleta de Fieles.
El Templo Votivo.
Es un atractivo espacio integrado a la naturaleza, con ventilación e iluminación naturales, vinculado a las actividades culturales (museo y biblioteca), así como a las áreas administrativas.
Creación de unnuevo entorno sustentable con un fuerte atractivo paisajístico atado a la topografía, al clima y a laflora local.
Mediante el cuidadoso tallado del terreno se crea un atractivo lugar generador de paz e identidad, el cual es, simultáneamente, amigable, amplio y flexible, para que los fieles se sientan identificados con él.
Movimiento de tierra equilibrado.
Se ha diseñado un atractivo movimiento de tierra con taludes que puedan mantenerse sin necesidad de muros de contención. Estos taludes pueden protegerse mediante la reforestación con especies locales, como el abrojo, que aseguran su propagación y permanencia en el tiempo a la vez que ofrecen una atractiva nota de color.
Suelos plantados con árboles formando franjas de colores que irradian hacia el lugar primigenio a la vez que producen sombra y mitigan el resplandor.
Los suelos de la Plazoleta de Fieles son tratados en franjas, cada una con árboles de la misma especie (acacias, cañafístolos, araguaneyes, guayacanes, etc.), a fin de crear líneas de colores, que en la época del florecimiento generan un sugestivo milagro visual que caracteriza la espiritualidad del lugar. Con este tipo de tratamientos se mitiga el resplandor y el calentamiento a la vez que se proporciona confort térmico a los visitantes. Estas franjas de vegetaación se alternan con otras de concreto cepillado que las estabilizan, contribuyendo a generar, en conjunto, una integración visual con centro del pueblo que abriga la Iglesia originaria y la Plaza.
Creación de techos vegetales de sombra.
Se plantea la construcción de techos vegetales con los recursos de la plantas epífitas del lugar (caracueyes y pitahayas). Este recurso está inspirado en la realidad del propio terreno, en cuyas zonas altas se han observado techos naturalmente suspendidos formados por estas plantas, los cuales constituyen un verdadero espectáculo visual.
Arquitectura:
Arq. Isabel Lasala
Arq. Ana Lasala
Arq. Silvia Hernández de Lasala
Colaboradores:
Arq. Emilio Fernández
Arq. Eduardo Kairuz
Iván Guzmán
Leandro Añez